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26 de febrero del 2022

Escudo y bandera de Bernuy.

Escudo y bandera de Bernuy.

El 17 del pasado mes de enero el Ayuntamiento de Bernuy se dirigió a la Real Academia solicitando "asesoramiento en el diseño y confección de bandera y Escudo oficial de la villa de Bernuy (Toledo)".

 

Encomendado el trabajo al Numerario D. Ventura Leblic García, Diplomado en Genealogía, Heráldica y Derecho Nobiliario por el Instituto Salazar y Castro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se ha remitido a Bernuy la propuesta de dichos símbolos, acompañada del siguiente informe:

 

 

 

INFORME FACULTATIVO

 

Habiendo procedido a investigar en el archivo municipal de Bernuy y en la colección de sigilografía municipal de la Real Academia de la Historia, no encontramos que haya utilizado a lo largo de su existencia, símbolos que le sean privativos, por lo que a juicio del que suscribe, procede la creación de un escudo municipal según el proceso administrativo que corresponde en esta circunstancia.

 

 

 

1. SÍNTESIS HISTÓRICA DE BERNUY

 

Bernuy es un EATIM de la provincia de Toledo en el municipio de Malpica de Tajo, situado en las antiguas tierras de Valdepusa en la margen izquierda del Tajo cercano a la desembocadura del río Pusa. En el territorio se integran tierras de regadío en la vega del Tajo, cuyo aprovechamiento para diferentes cultivos se explota desde época romana. De este tiempo  data, al parecer, un fuerte para vigilar desde la margen derecha del Tajo, el itinerario  entre Toletum y Ebura (Talavera)  que continuaba hasta Emérita Augusta, y velaba quizá también el vado del río cercano a Bernuy. De época tardo romana y visigoda existen importantes vestigios arqueológicos  en las cercanías. El yacimiento de Tamujas y una supuesta iglesia visigoda, son dos notables exponentes de la presencia de estas civilizaciones en las proximidades. Del periodo de permanencia de los árabes en el antiguo reino de Toledo, solo conocemos la construcción de una torre dominando la vega, integrada posteriormente en el castillo templario de Villalba.

 

Posiblemente se justifican lugares poblados en la Baja Edad Media en ambas márgenes del río, por la fertilidad de estas vegas en las que se encuentra Malpica y Bernuy .

 

Conocemos una donación territorial en el reinado de Alfonso VIII (1155-1214), monarca interesado en la repoblación del valle del Tajo, quien en 1142 hizo merced de una parte del territorio entre los ríos Cedena y  Pusa, a la iglesia de Santa María de Batres, mencionando Bernuy. Mas tarde este mismo rey de Castilla, dio Ronda, junto al Tajo, entre la desembocadura de los afluentes por la margen izquierda Torcón y Cedena, a la Orden de Trujillo “para que la pobléis a fuero y costumbre de Toledo”. En 1172 entregó la villa de Bolobres, situada frente a Bernuy, al otro lado del río junto al castillo de Villalba, a los “frailes de Avila” con sus heredades, viñas, molinos y  tierras del rio Pusa. En estos  documentos, generados por el insistente interés por repoblar el territorio, aparece en 1200 la iglesia de San Miguel de Bernuy  en tierras de Valdepusa. Sería curioso recordar aquí la existencia en Segovia de la población de San Miguel de Bernuy, que nos hace sospechar la presencia en estas tierras de repobladores castellanos junto a mozárabes.

 

En 1205 Pedro Fernández de Castro, recibe de Alfonso VIII, el castillo o torre de Villalba de Bolobras, sus tierras y aldeas, a un lado y otro  del río Tajo hasta las proximidades de los Montes de Toledo,  siguiendo estos intentos repobladores en el valle del Tajo, aunque con poca eficacia.

 

En 1318 doña Inés Rodríguez, posee tierras en Bernuy junto a la iglesia de Santa María y lega objetos litúrgicos a los altares de la Santa Cruz y San Juan de esta misma iglesia.

 

Otra dama de la nobleza, doña Berenguela Alfonso, compra Bernuy en 1359 y otros lugares, que los permuta más tarde por Argés, a D. Diego Gómez de Toledo, primer señor de Malpica y  Valdepusa (1360) quien edificó la casa fuerte de Malpica convertida posteriormente en castillo señorial.

 

Los nuevos señores aumentan y van consolidando la población del territorio, contribuyendo a ello familias  mozárabes, quizá toledanos, a los que aluden ciertos topónimos conocidos en Valdepusa. Sin olvidar que los primeros señores jurisdicionales de Malpica y Valdepusa fueron mozárabes toledanos que  pudieron llevar colonos de su comunidad.

 

El erudito Fermín Caballero Morgay, abogado del marqués de Malpica, afirma que vio entre los documentos del archivo de esta Casa, un privilegio del siglo XIV (1305?) en favor de  Fernán Gómez de Toledo señor de  Valdepusa, mozárabe del linaje de los Beni Lampander y consejero del rey, por el que se eximía de fiscalidad a los que fueran a poblar Malpica.

 

Un avance en el asentamiento y organización del territorio supuso la donación a perpetuidad,  que hizo Pedro I a su Notario Mayor  Diego Gómez de Toledo, de un término que comprendía una extensa comarca  hacia el sur de sus posesiones a partir de la margen izquierda del Tajo, donde se situaba Bernuy, continuando por las tierras del Pusa y siguiendo el curso de este afluente, hasta cerca de los Montes de Toledo. El privilegio fue firmado en Toledo el 26 de mayo de  1357. El territorio debía tener alguna población dispersa en estas fechas, pues el privilegio habla de la fiscalidad que ya se ejerce sobre  vasallos, quizá aquellos que permanecían desde la primera repoblación de Malpica de 1305.

 

Aldonza, la hija de D. Diego, recibe como herencia en  1395  Bernuy y su barca. Del relieve social y político de este linaje nos da buena cuenta la descendencia de su hermano  Pedro Suarez de Toledo, de quien procede el rey de Aragón Fernando el Católico. Su hermana Teresa tuvo una hija con Pedro I y fue abadesa del monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo. Otra hermana, Sancha de Ayala casada con el caballeo inglés Sir Walter Blount, inmortalizado por W. Shakespeare en su obra “Enrique IV “, descienden dos presidentes de los Estados Unidos.

 

Volviendo al relato, es la referida doña Aldonza la que hereda el señorío de Malpica y Valdepusa, quien siendo viuda, se casó en segundas nupcias con Per Afán de Rivera llamado “el Viejo”, siendo este linaje andaluz y sus descendientes, los llamados a poblar y gobernar  Valdepusa en los siglos siguientes, como desarrolla en su trabajo “Pueblas y Gobierno del Señorío de Valdepusa” el profesor Palomeque Torres.

 

A principios del siglo XV nos encontramos con varios núcleos poblados. Los más antiguos fueron Malpica y Bernuy, el primero como cabeza del señorío. Después se pobló la aldea de Pozuelo, que al desplazarse a las cercanías, cambió el nombre por el  de San Martín de Pusa en el primer tercio del siglo XV, cuyos primeros vecinos procedían de Bernuy, pertenecientes a la familia Jiménez y otros como Román García era abuelo en el siglo XVI de Diego García y Francisco de la Sierra. Levantaron sus primeras viviendas alrededor de una antigua torre existente en  aquel lugar. Su carta puebla es de 1457, fecha en la que Bernuy había comenzado a despoblarse a causa de una grave sequía y por la  pestilencia, que obligó a su vecindario a desplazarse también a otros lugares vecinos como Malpica o Cebolla. Población ésta, con la  que compartía las riberas del Tajo y en cuya parroquia de San Cipriano, fundaron los descendientes de los desplazados, una cofradía bajo la advocación de Nuestra Señora de Bernuy. Todavía en 1478 el Papa Sixto IV (1471-1484) concede, mediante una bula especial, ciertas indulgencias a la iglesia de Bernuy, que deja de ser parroquia poco más tarde. No obstante su beneficio curado y dezmería  lo continúa percibiendo la parroquia de Malpica, que mantiene como filiales las de San Martín de Pusa y Santa Ana de Pusa.

 

En el siglo XVI todavía existía la iglesia de Bernuy con culto, pero convertida en ermita, aneja a la iglesia de Malpica, como se recoge en 1755.

 

Fidel Fita en “Epigrafía de Talavera”, habla de una lápida con difícil lectura en la antigua iglesia de Bernuy, la que había reproducido Fernán Caballero en una carta dirigida a la Real Academia de la Historia en 1825, informando sobre su existencia en el interior de la ermita de Bernuy en “término de Malpica”.

 

En 1849 aún quedaban en pie los muros del reducido e histórico templo medieval, posiblemente ya desamortizado, y habiendo pasado a manos privadas.

 

La imagen de la Virgen de Bernuy fue trasladada a la iglesia de Malpica con todos los objetos litúrgicos y demás enseres existentes en la ermita. El Conde de Cedillo la describe como una imagen de piedra “con túnica y manto, calzado de forma redondeada y una manzana en la mano diestra. El niño sentado en la rodilla izquierda… viste túnica y presenta una poma o esfera en la mano derecha. Ninguna de las dos, lleva corona ni aro en la cabeza”. Continúa diciendo Cedillo que es de factura primitiva por lo que se la podría fechar en el siglo XIII. A principios del siglo XX se veneraba en la iglesia parroquial de Malpica en un altar de la nave izquierda. No habla el historiador de ninguna ermita en Bernuy, solo que “aún por allí suelen hallarse cimientos, silos y otros antiguos vestigios”. La imagen, sin duda románica traída o tallada en  la repoblación, como el resto de la iglesia de Malpica, debió ser destruida en 1936.

 

En 1944 el INC adquirió por venta directa al Duque de Arión una parte de la finca de Valdepusa, con una superficie de 4.500 hectáreas, dividida en quintos. De los correspondientes a  Bernuy y Hornaguera se transformaron en regadío 240 hectáreas con agua del Tajo.

 

Bernuy hasta 1950 continúa siendo un quinto de los 18 de 500 fa, cada uno, en que fue dividida la dehesa de Valdepusa. Lugar donde se cultivaba tabaco (aún se conservan varios secaderos), maíz, algodón, alfalfa con frutales como el ciruelo, albaricoque e higueras, donde se construyó un pueblo nuevo de los llamados de “colonización” con 40 viviendas, iglesia, escuelas, cementerio, talleres, fuentes, ayuntamiento, plaza, depósitos de agua y otros servicios, interviniendo para ello el arquitecto D. Manuel Jiménez Varea. Se concluyó la nueva población en 1950, distribuyendo casas, tierras y aperos a cuarenta colonos, quienes se dedicaron a labores agrarias cultivando y plantando productos hortícolas, frutales y de regadíos extensivos en toda la vega del Tajo.

 

 

 

2. HECHOS MAS SOBRESALIENTES DE LA HISTORIA DE BERNUY

 

El Tajo y su vega han sido fuente y motor estimulante de trabajo y riqueza exponencial de sus tierras de regadío, aprovechadas por todas la culturas que poblaron y defendieron el valle y  las riberas del rio, desde la Edad Antigua hasta nuestros días.

 

La incorporación de las tierras de Bernuy al señorío de Malpica y Valdepusa y copartícipe de toda la historia común con los pueblos del dominio señorial.

 

La referencia histórica más frecuente de esta población, que la justifica como entidad poblada y  aporta trascendencia desde la antigüedad, fue la iglesia de San Miguel o de Nuestra Señora de Bernuy.

 

 

 

3. ELEMENTOS SIMBÓLICOS QUE SE TOMAN

 

El escudo estará compuesto por tres particiones. En la primera, se hará referencia al Bernuy contemporáneo (primer cuartel) y en la segunda y tercera al histórico (segundo y tercer cuartel).

 

Para representar al Tajo que con sus aguas fertiliza el valle, se toman unas ondas de plata y azur (azul).

 

Los cultivos quedan representados por una mata simbólica de siete hojas de color verde que encarnan al trabajo colectivo de labrantío y a todas las plantaciones que, por rotación o necesidades económicas, han pasado por los campos de Bernuy. El número siete se le considera asociado a la perfección, a la naturaleza y a la vida. Elementos que  se incorporan al primer cuartel.

 

Para representar su pertenencia al territorio de Valdepusa se toman las armas de los Rivera como aparecen repetidamente en el Castillo: en campo de oro tres fajas de sinople (verde), símbolos que ostentan en sus escudos municipales todos los pueblos de Valdepusa.

 

Por último, la histórica iglesia o ermita de la población medieval, estará representada por una campana similar a la que se guarda en una hornacina en la plaza del Bernuy actual. Elementos que se incorporan al segundo y tercer cuartel.

 

Al timbre una corona real cerrada, que simboliza en todos los escudos municipales de España, el régimen constitucional en que se crearon.

 

 

 

4. ORDENAMIENTO DEL ESCUDO QUE SE PROPONE

 

Escudo español partido y medio cortado. 1 En plata, siete hojas de sinople acoladas y sumadas de dos en dos y una, sobre de ondas de plata y azur. 2 en oro tres fajas de sinople. 3 de azur una campana de plata. Al timbre corona real cerrada.

 

 

 

5. BANDERA MUNICIPAL

 

El uso civil de las banderas fue determinado por la desaparición de las milicias concejiles, donde las hubo, y sentaron precedente con sus banderas, las mismas que fueron utilizadas con posterioridad, por las corporaciones municipales, para representar a toda la población.

 

Es norma tradicional en la vexilología que los colores de las banderas salen de los esmaltes y metales de los escudos o por el uso inmemorial. Así las viejas ciudades del reino de Castilla, territorio en el que nos encontramos, usaron el color rojo o carmesí, tomado de la bandera o pendón del reino, como sucede en Toledo y en otras ciudades o regiones castellanas modernas. La prueba más elocuente y definitiva, se encuentra en el cuartel que representa a Castilla en el escudo de España, cuyo campo es rojo y no morado, de ahí el color de las banderas castellanas. El campo del escudo, en este caso, nos daría el color de la bandera.

 

Siguiendo este criterio, la bandera propuesta para Bernuy y en relación con los colores predominantes en su escudo, utilizará el color verde de la fertilidad del campo, blanco color de la paz y azul del agua como fuente de vida, colocado en tres particiones verticales.

 

 

 

6. ORDENAMIENTO DE LA BANDERA QUE SE PROPONE

 

La bandera de Bernuy se organizará en un paño rectangular doble de largo que de ancho, dividido en tres campos iguales y verticales, el primero junto al mástil de color verde, el del centro blanco y al vuelo azul. En el centro geométrico del paño se colocará el escudo indicado para la población.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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