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10 de octubre del 2017

Inauguración del Curso 2017-2018

Inauguración del Curso 2017-2018

     

  • La Real Academia toledana inicia el curso 2017-2018 exigiendo «un mínimo código ético para el turismo y sus gestores».

     

    • La sesión pública y solemne tuvo lugar en el Seminario Mayor. El discurso inaugural fue pronunciado por el historiador Julio Porres de Mateo.
    • El acto incluyó la declaración de Ángel Fernández Collado como académico de honor y la incorporación de nueve miembros correspondientes

     

    Toledo, 09 de octubre de 2017. La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo celebró ayer, domingo 8 de octubre, la sesión pública y solemne de inauguración del curso académico 2017-2018. Se trata del primer curso celebrado tras la conmemoración de su primer centenario por parte de la institución.

     

    El acto, que estuvo presidido por el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, y por el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, tuvo lugar en el Seminario Mayor de Toledo.

     

    Despoblación y turismo: Retos para el nuevo curso

     

    Jesús Carrobles, director de la institución, abrió la sesión expresando la preocupación de la institución por aspectos como la despoblación de vecinos del Casco Histórico de Toledo -«un importante problema del que todos debemos ocuparnos, con el fin de evitar que se convierta en la ciudad muerta que veían los románticos e intelectuales finiseculares del siglo XIX»- y la evolución del modelo turístico. «Creemos -aun reconociendo que el turismo ha sido una magnífica oportunidad para Toledo- que es necesario promover nuevos modelos de utilización de nuestro patrimonio cultural y plantear un mínimo código ético para el turismo y sus gestores».

     

    Carrobles, quien recordó que la Real Academia toledana comenzó a fraguarse precisamente en el Seminario Mayor, tras la sesión conjunta celebrada en 1914 entre las reales academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando, destacó a continuación la defensa de los valores medioambientales y culturales del río Tajo que esta institución continuará exigiendo a lo largo del curso. Asimismo, manifestó la «ya tradicional preocupación» de la Real Academia por la situación del yacimiento arqueológico de la Vega Baja y la necesidad de actualizar el Plan Especial del Casco Histórico, de cuya aprobación en 1997 se han cumplido veinte años.

     

    Entre los objetivos previstos para el nuevo curso, destacó la edición de nuevos números de la revista Toletum -recientemente recuperada por la Real Academia, con la publicación del número 60 de la colección-, a la que se refirió como «la publicación periódica cultural más antigua y significativa de Castilla-La Mancha». También, el fomento de la investigación, nuevos cursos de patrimonio cultural y la actualización de la Lista Roja de patrimonio toledano, entre otros asuntos.

     

    Tras la apertura de la sesión por parte del director de la Real Academia, su secretario, Francisco María Fernández Jiménez, leyó la memoria del curso 2016-2017.

     

    Julio Porres reclama la denominación de «Granadal» para el segundo Remonte

     

    El discurso inaugural del nuevo curso, ‘Un río y una ciudad: Elementos para un paisaje cultural’, centrado en las características y desarrollo histórico del Tajo a la luz del Convenio Europeo del Paisaje, fue pronunciado por el historiador Julio Porres de Mateo. Este destacó desde la extracción hidráulica en tiempos romanos a través del acueducto hasta la explotación agrícola en época islámica, pasando por el desarrollo de los puentes, los históricos intentos de navegación y la situación del río en época contemporánea. Para finalizar, Porres reclamó la denominación de «Granadal» (y no «Safont») para el segundo Remonte mecánico de la ciudad, que comunica el vado del Tajo con el paseo del Miradero.

     

    La segunda parte del acto incluyó la entrega del título de académico honorario e imposición de la medalla a Ángel Fernández Collado, obispo auxiliar de Toledo, que formó parte de la institución durante casi catorce años como académico numerario.

     

    Posteriormente, recibieron sus títulos y medallas nueve nuevos académicos correspondientes: Mario Crespo López (Santander), José García Cano (Consuegra), Jaime García González (Esquivias), María Victoria Navas Sánchez-Élez (Los Navalmorales), Efrén de la Peña Barroso (Bargas), Daniel Ortiz Pradas (Madrid), Antonio Román Rufo (Navahermosa), Thomas Gregor Schattner (Alemania) y Antonio Selva Iniesta (Albacete).

     

    La Dirección General de Universidades, Investigación e Innovación de Castilla-La Mancha ultima el marco normativo para las academias de la región

     

    El Ayuntamiento de Toledo estuvo representado por la concejala de Empleo e Igualdad, Inés Sandoval, quien recordó el apoyo que la Real Academia ha prestado en 2016-2017 a la celebración del XXX aniversario de la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad y puso en valor la encarecida defensa de la regeneración medioambiental y cultural del Tajo por parte de esta institución.

     

    El consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Ángel Felpeto, destacó por su parte que la Dirección General de Universidades, Investigación e Innovación del Gobierno regional lleva tiempo trabajando en la elaboración de un marco normativo en el que podrán integrarse las reales academias de Castilla-La Mancha. El resultado se hará público en los próximos meses. Felpeto destacó también la colaboración de la Real Academia en el desarrollo del Plan Estratégico de Cultura de Castilla-La Mancha.

     

    La inauguración del curso académico 2017-2018 finalizó con unas breves palabras del arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez Plaza, quien destacó los méritos profesionales de los nuevos académicos correspondientes, animándoles a continuar desarrollando su labor por mucho que a veces parezca que la labor investigadora o creadora carezca de reconocimiento dentro de la sociedad.

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